Lo primero que te recomendamos es que una persona experta revise tu carta de despido o la ausencia de la misma, para determinar si estamos ante un posible despido disciplinario o uno fundamentado en causas objetivas.
Y a su vez, si existen causas probadas para despedirte, o si por el contrario no están fundamentadas, no son las establecidas por la ley para determinadas circunstancias o no se ha respetado la forma o plazos debidos, en cuyo caso se podría tratar de un despido improcedente y susceptible de indemnización (cuantía en función de tu fecha de antigüedad y normativa aplicable).
Si los motivos alegados en la carta constituyen una vulneración de tus derechos fundamentales podría tratarse de un despido nulo.
Cuenta con nosotros, nuestra gran experiencia en este ámbito nos permitirá analizar la situación ante la que te encuentras y orientarte en los pasos a dar, en defensa de tus intereses.
En cualquier caso si no tienes constancia formal de tu despido y sólo has recibido una comunicación verbal, por ejemplo, éste podría no haberse producido y te sugerimos que sigas acudiendo a tu puesto de trabajo para evitar que la empresa pueda alegar un cese disciplinario por abandono injustificado de tus obligaciones laborales.
Un despido disciplinario penaliza un comportamiento grave y culpable del trabajador e implica que el cese en tu puesto de trabajo lleve aparejada la liquidación de tu finiquito pero no da derecho a indemnización alguna.
En la carta de despido han de recogerse las causas y detalles de tal comportamiento grave y culpable para que el despido sea procedente. Caso contrario podrás reclamar tal decisión y solicitar que se reconozca por la empresa su improcedencia.
Ante la duda, contacta con nosotros. Te asesoremos de manera ágil y defenderemos tus derechos de forma contundente.
Un despido motivado por causas objetivas tiene que ver con una falta de capacidad del trabajador para desempeñar su puesto de trabajo, sea conocida o sobrevenida, o una falta de adaptación a nuevas medidas técnicas implementadas por la empresa en dicho puesto de trabajo.
También pueden ser resultado de situaciones económicas, o decisiones organizativas o productivas tomadas por tu empresa.
En estas circunstancias la empresa debe especificar ante qué supuesto nos encontramos en la carta de despido y acreditarlo debidamente para no incurrir en un despido improcedente. Si así fuera, en ANITUA Soluciones Legales contamos con toda la experiencia y conocimiento experto para detectarlo y asesorarte de cara a interponer cualquier reclamación formal.